La muy ilustre Hegemonía de Embersig es un imperio joven, dinámico, diverso y expansionista. Armada con el puño de hierro que representa su Legión Negra, el ejército más poderoso y mejor entrenado del mundo, envuelto en el guante de seda que le proporcionan sus hábiles diplomáticos y espías, ha crecido hasta convertirse en una potencia sin parangón.
La palabra “Embersig” describe, en la lengua maghar, el concepto “todas las personas”, que no engloba solo a los humanos, sino también a los elfos y a los enanos. Así, la Hegemonía es un crisol abrasador que sintetiza lo mejor de cada cultura:
La Hegemonía de Embersig es un ejército de ocupación. Posee una infantería robusta, muy defensiva, con gran capacidad de conquista.
La principal estrategia de la Hegemonía consiste en avanzar hasta los objetivos, ocuparlos y defenderlos a ultranza.
Claves de la nación
La sociedad de Mounthaven, al igual que los individuos que la conforman, es estricta e inmóvil. La familia en la que un enano nace determina su profesión, que a su vez establece su posición en la escala social, su riqueza e incluso a qué lugares puede acceder.
Cuando los bakhlianos se unieron a la Hegemonía, los ghents también lo hicieron. Los enanos se integraron rápidamente en la pujante sociedad de Embersig, cuya visión, antitética a todo lo que Mounthaven defendía, reafirmó sus creencias. Era una unión inevitable.
Hoy en día los enanos ghents disfrutan de numerosos privilegios. Han recibido permisos especiales que les otorgan el derecho exclusivo a explotar la única mina de oricalco que posee la Hegemonía, operar varias rutas comerciales y producir ciertos bienes.
Cuando la guerra civil de los elfos llegó a su fin, poco quedaba del orgulloso Imperio de Gae Assail.
Conscientes de que el ciclo de la magia estaba en declive y de que eran demasiado pocos como para ejercer su dominio sobre las razas menores, estos elfos se bautizaron a sí mismos como aestaris, se dispersaron por los antiguos dominios de Gae Assail, ahora presa del bandidaje y el saqueo, y fundaron los prioratos dúplices.
Hoy en día, los aestaris han asumido ciertos roles cruciales para la Hegemonía de Embersig y conforman una parte indispensable de su sociedad. En reconocimiento a su experiencia como maestros y sabios, todas las instituciones educativas oficiales deben tener al menos un elfo entre su personal, que supervisa la idoneidad del currículo.
Los humanos son, con diferencia, la especie más numerosa de la Hegemonía de Embersig, pero en ningún caso debe vérselos como a una única entidad uniforme, pues cada una de las culturas humanas tiene una región, costumbres, religión e intereses propios.
Una consecuencia importante de las grandes diferencias entre las distintas regiones y culturas de la Hegemonía es que los humanos como conjunto no representan un frente tan unificado a nivel político como los aestaris o los ghents.
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