Estimado señor Katsaro:
Espero que esta misiva le encuentre con buena salud. Le escribo para compartirle una confidencia.
Usted conoce las armas de fuego Slepmund-Holt, usadas por las tropas de nuestra Hegemonía. Su creación supuso un punto de inflexión en nuestro avance militar. No sé si conoce al autor de esta invención armamentística. Fue un maestro enano ghent al que se dio por desaparecido hace años: Trabor Slepmund. Pues… creo que lo he encontrado aquí, en Punta Espino.
No conozco la historia completa de su caída en desgracia. Se dice que creó un autómata total, una construcción que se movía sola. Parece una locura, pero le prometo que no miento. Al Colegio de Magia le horrorizó esta nueva creación. Y sé que se tomaron medidas para… deshacerse del maestro y del autómata.
Slepmund fue dado por muerto. No se sabe si alguien provocó el incendio en su taller o si fue él mismo quien decidió acabar con todo y esfumarse. Pero lo vi en ese antro de mala fortuna que es El Perejil Bravío. Espero pueda mandarme sus impresiones al respecto, porque me urge su consejo, estimado colega. ¿Qué cree que debería hacer?
Atentamente,
Albwin Radavaris
Asistente del embajador de la Ilustre Hegemonía de Embersig en Punta Espino”.
Trabor Slepmund puede dar órdenes a sus autómatas y repararlos gracias a su habilidad especial.
Estos autómatas son unos pequeños cañones con ruedas que pueden moverse y disparar allá donde Trabor les ordene.
Además, dispone, también, de más artilugios creados por él, cada uno mejor que el anterior, demostrando el poderío tecnológico de la Hegemonía.
Haz una tirada de Resistencia Mágica, por cada Traza que vayas a recibir. Si obtienes Bloqueo, evitas ganar Traza.
Trabor no bloquea la LdV.